Lo prometido es deuda, así que va el relato de la expedición a Corona del
Inca 2007.
Integrantes:
Daniel Caviglia y Elida (Suzuki GV 5p mod. 2000, nafta)
Claudio Ciliberto y Vanina (Suzuki GV 3 mod. 2004, nafta)
Mariano Sisterna (sisternamlg), Andrea y 3 hijos (Suzuki Vitara 5p mod. 1997, nafta 1600cc).
Arrancamos el lunes 26 de febrero desde Vinchina (1400 m de altura) para llegar al cráter de Inca Pillo, ó Corona del Inca, situado a 5400 m.
Salimos tipo 5:30 AM, con lo que hicimos la Quebrada de la Troya de noche.
Ripio en buen estado, partes del camino en construcción, hasta Alto Jagué
donde se hacen los trámites de ingreso a la Reserva provincial Laguna Brava. Y son sólo trámites, porque te cobran $10 por persona y $ 15 por camioneta y no te dan ni una fotocopia de un mapa. NADA.
Importante avisar (el día anterior) en Gendarmería de Vinchina el recorrido propuesto y los horarios estimados de regreso. Si no volvés, saben que te tienen que ir a buscar. Ahí se comienza a palpitar la importancia de la preparación previa y los eventuales riesgos que se corren.
Ya con luz natural, rumbo al refugio del Peñón:

En el refugio, ya sobre los 3600 m, una parada de 30 minutos para aclimatarse y tomarse unos mates.

Continuamos viaje, la inmensidad se hace notar, solamente quedan pastos ralos , ni árboles, ni plantas.

Llegando al portezuelo del Peñón punto más alto antes de la Laguna Brava.

Todavía no se hacía sentir la altura en los tripulantes. Las camionetas, ni
enteradas del tema. Reaccionaban como si estuviéramos en la playa.
Ya veíamos la laguna, con el volcán Veladero de fondo (6436 m), nuestra
altura es de 4200 m.

Las nubes de polvo, una constante en el verano.

Pasamos de largo la Brava, para llegar al refugio Veladero, donde abandonamos la ruta y encaramos el tramo más difícil: subir una diferencia de 1200 m de altitud por el lecho del río Veladero, arena y pedregales.

Comienza la subida por el río (seco en esta época del año), segunda, tercera de alta sin problemas.

Presión atmosférica 578 mm Hg, altura 4700 m y seguimos...

Después de un primer tramo de arena floja en segunda y tercera de baja, pero sin desinflar porque se venía... el pedregal

Y se puso complicado el asunto. Estudiando por dónde pasar sin romper nada. Ya teníamos que apelar a la primera de baja, pero seguíamos sin pérdida de rendimiento en los motores. Un saludo a los ingenieros japoneses que diseñaron el sistema de inyección y la ECU de las Suzukis.

Continuará....