Después como para variar, la idea era seguir para el norte de Neuquén y ver que podíamos recorrer en un par de días por los alrededores de Andacollo, y luego aprovechar para visitar la Payunia, ya que nos quedaba de paso en el camino de regreso.
Cuando estábamos confirmando las reservas se nos prendió nuestro hijo menor, Maxi, que también quería a aprovechar para hacer un poco de snowboard.
Guille y el Tanito salieron el viernes 15 de julio después del mediodía parando en Santa Rosa y al otro día siguieron para Cutral Co por la ruta del desierto, cortando por adentro sin pasar por Neuquen capital.
Nosotros no podíamos salir el viernes y ademas queríamos parar en Neuquén para visitar a la familia de un primo mio, así que salimos tempranito, como a las 5:30, fuimos por Casa de Piedra, y a las cuatro y media de la tarde ya estábamos en Cipolleti para cruzar el puente a Neuquén, sólo que nos tuvimos que comer dos horas de garrón por un piquete de taxistas que protestaban por el asesinato de un compañero. En la radio entrevistaban a autoridades que decían que ya estaba todo arreglado y que se levantaba el piquete a eso de las 5, pero minga. Ademas habian cortado todos los accesos a Neuquen, por norte sur y oeste, así que por mas que hubiesemos querido mandarnos por Cinco Saltos no hubiesemos pasado.
En el viaje de ida no habíamos tenido problema con la nafta, pero en Neuquén ya no había esa tarde que llegamos.
El sábado 16 salimos temprano a buscar nafta y conseguimos en el ACA, yo igual llevaba el bidón lleno pero lo quería reservar para después. Desayunamos y salimos a encontrarnos con los demás en Cutral Co para seguir camino a Pehuenia. Hacia mucho frio y en la ruta ya se vehia bastante hielito.
Antes de salir de Neuquén ya nos habíamos informado, por internet y llamando a vialidad, sobre el estado de los caminos de Zapala a Pehuenia. Primeros pinos estaba cortado ya hacia un par de días y no había noticias de cuando lo volvían a abrir. El Rahue estaba mas o menos, había tormenta de viento blanco, pero la maquina estaba subiendo a limpiar, así que esa era nuestra única opción.
En Cutral Co tampoco había combustible, el colmo ¡hay una destilería ahí mismo!
Salimos todos hacia Zapala donde nos tuvimos que comer una buena cola para cargar en la Petrobras, y finalmente partimos hacia Alumine a eso de las 12:30.
A poco de tomar la RP46 saliendo de Zapala hacia Alumine ya había bastante nieve sobre la ruta.

Cruzando el arroyo Picun Leufu paramos a bajar las gomas porque la cosa ya se venia complicando con el hielito.

Yo baje un poco y puse cadenas adelante, más que nada para tranquilizar a la tripulación que venia medio julepeada de un par de patinadas que nos mandamos, pero después de aguantármelas unos cuantos km y una vez pasada la cuesta de Rahue, las saque porque me tenían podrido, baje las gomas a 20 y anduve bárbaro igual que Guille y el Tano, por supuesto con las precauciones del caso.
Pude comprobar que las G012 AT/S, a pesar de su aspecto medio light y poco agresivo, son efectivamente cubiertas para nieve (de ahí la S de "snow").
Como podrán apreciar la visibilidad era bastante escasa, a pesar de ser cerca de las 2 de la tarde, es que ya estaba pegando el vientito blanco.

Intentando pasar a uno nos abrimos demasiado y nos caímos de cola en la cuneta de la banquina opuesta, es que la nieve borraba todo.

Después de pasar sin problemas la cuesta de Rahue, de repostar combustible en Alumine (¡menos mal!) y de eslingar a uno que se había quedado empantanado en la nieve en medio del viento blanco, llegamos a Pehuenia a eso de las 7 de la tarde.
Había una cantidad de nieve impresionante, hacia tres o cuatro días que venia nevando como no pasaba desde el 2007, autos y chatas enterrados hasta el techo como esta GV se veían por todos lados. Las chatas parecían repartidores de nieve, la caja repleta hasta el techo.

El camino de Pehuenia a la villa del Moquehue lo completamos ya de noche, la nieve era tan fresca y suave que borraba todos los bordes del camino, costaba muchísimo ver la huella, parecía que íbamos flotando en una nube.
Finalmente llegamos a la hostería cerca de las 8 de la noche y nos mandamos todos de cabeza al rincón del hogar.
Caras de cansados, pero contentos de haber podido llegar porque estaba complicada la cosa y había bastante incertidumbre.
Fíjense la altura de la nieve que se ve afuera por la ventana.
Miren como el Tanito se sirve un Havana Club, de acá en más siempre encontro ocaciones que "ameritaban un brindis ..." (hasta que se acabo el Havana Club y en Zapala, de camino a Andacollo, hubo que comprar un Bacardi).

En la hostería nos contaron que tenían caídas todas las reservas de esos últimos días porque la gente no había podido llegar.
Hay muchas mas relatos y muchas fotos.