Se podría dividir en dos partes, una “civilizada” por carreteras asfaltadas recorriendo de Tarija al Titicaca y otra solo posible de ser recorrida en vehículo 4x4 atravesando el salar de Uyuni y llegando hasta laguna verde, en el limite con Chile
Teníamos la firme intención de hacer este viaje así que a pesar de no conseguir quien nos acompañe, salimos de Buenos Aires con la GV equipada con dos ruedas de auxilio, tanque extra de combustible de 25 Litros y GPS con cartografía de viajeros y waypoints de un club 4x4 boliviano. Hoy lo pienso y me parece increíble que estemos de vuelta en tiempo y forma sin haber tenido siquiera una pinchadura, sobre todo por el demoledor serrucho de la ultima parte y la gran cantidad de huellas que nos desorientaban permanentemente.
La primer noche fue en Ceres, al norte de Santa Fe. Allí hay un modesto restaurant pero muy bien atendido, donde se comen las mejores pastas caseras.
Segunda noche, en Rosario de la Frontera, Salta. Pasamos a conocer el historico Hotel
de Aguas termales.

Al día siguiente pasamos por el parque nacional Calilegua, donde realizamos una caminata de 3 horas por la selva. Nos topamos con este pájaro que extendía su cuello.

La noche fue en Oran, muy cerca de la frontera.
Los trámites aduaneros del lado argentino se complementan con el boliviano cruzando el puente. Decidimos no visitar la ciudad fronteriza y seguir viaje hasta Tarija.

Nos encontramos con una espectacular carretera asfaltada, túneles que atraviesan montañas y mucha vegetación tropical.

La ciudad de Tarija parece una pequeña Miami. Cuenta con una gran avenida de acceso con palmeras, y un centro mas antiguo. La cantidad de camionetas 4x4 es increíble. El transito es ordenado y la gente amable. Los precios muy accesibles. Increíblemente no tienen restaurantes, tan solo una pequeña parrilla regenteada por un chino. Cuando quieren comer afuera lo hacen en los mercados callejeros sentados en la vereda o en los autos.


Los colectivos tienen inscripciones asiáticas porque los importan usados.

Es una ciudad pujante, con un terrible hotel 5 estrellas, en donde se alojó Kirchner, el mismo día que llegamos. Nos cuentan que no hay que perderse el buffet de los domingos a unos 40 bolivianos por persona (unos $18 argentinos).

Salimos de Tarija, rumbo a Potosí. Apenas salimos de la ciudad el asfalto se acaba y comienza el camino de tierra. Igual hay que pagar peaje.


En pocos kilómetros pasamos de 2500 msnm a 4300. Las piedras sueltas y el camino empinado me obligan a usar la doble en alta. La falta de oxigeno se siente en el vehículo y en sus ocupantes.
Comenzamos a bajar y nos cruzamos con algunos chicos a los que les regalamos golosinas.

Luego apareció el pavimiento recién estrenado. Mas tarde una sucesión de trechos en construcción a cargo de una empresa brasilera.

Llegamos a un pequeño y muy pintoresco pueblo llamado Cárcamo. Sus calles son estrechas y antiguas. La gente permanece en ellas hasta la medianoche.

Partimos desde Carcamo en busca de una bodega llamada San PEDRO. Llegar no fue facil, hubo que buscar una vieja ruta en desuso y cruzar un río porque el puente estaba en reparación. Una vez que llegamos no encontramos a nadie que nos pueda atender…asi que no nos quedo otra que seguir hacia Potosí.


Llegamos a la ciudad minera de Potosí a las 5 de la tarde, tal vez el peor horario debido a la cantidad de gente y autos que intentan avanzar entre subidas y bajadas de calles de 3 metros de ancho. Si bien es una ciudad pequeña, el movimiento es intenso y encontrar un hotel que nos guste nos lleva mas de dos horas. Esta situación sumada a la altura, mas de 4200 msnm hacen que la cabeza de uno estalle. Intentamos descansar en el hotel pero sucede que todas las noches hay festejos populares en las calles hasta las 12 de la noche con música y bailes. Hay que adaptarse a la altura. Es tremendo agitarse solo por por incorporarse para tomar un vaso de agua. El corazón se agita al mínimo esfuerzo.
A la mañana siguiente decidimos caminar (lento como abuelitos) y visitar un convento en el centro. Serian unas cinco cuadras en subida. Todo una odisea. Pero zafamos.
Las collas hacen todo tipo de trabajo. Barren con unas pequeñas ramas, no con escobas. Incluso se las ve con cortafierros.
Partimos para Sucre. Nos hospedamos en un excelente hotel por u$s 30. Mientras desayunábamos, fuera del hotel se estaba gestando un paro cívico y decidimos irnos para no perder el dia. Para mas detalles ver el post: