Con el aporte de importantes inversores, entre los que se cuenta uno de los creadores de Google, la empresa Nanosolar ha puesto en marcha una fabrica de láminas solares que se elaboran como si fueran un papel impreso, con la capacidad de absorber la luz y convertirla en electricidad.

Imaginen un panel de celdas solares… sin el panel.
En vez de utilizar costosos, pesados y voluminosos marcos conteniendo las celdas solares, las revolucionarias celdas PowerSheet tienen el espesor equivalente al de una capa de pintura.
El sistema es liviano, maleable y lo más importante, muy económico. La tecnología básica ha estado disponible por décadas pero sólo recientemente la compañía de Silicon Valley Nanosolar ha conseguido perfeccionar los métodos de producción para convertir a la promesa de la energía solar económica y práctica, en una palpable realidad.
Las láminas solares PowerSheet son producidas en máquinas similares a las prensas que imprimen diarios y revistas.
El recubrimiento fotosensible se aplica a una finísima capa de aluminio que le sirve de soporte, como si se aplicase tinta a una hoja de papel. Este ingenioso sistema de impresión permite obtener una lámina solar ultradelgada que puede utilizarse para recubrir los techos de una vivienda y generar electricidad a partir de la luz solar.
Estas láminas solares se producen a un ritmo de varios centenares de metros por minuto y poseen un costo muchas veces menor al de un panel solar tradicional.
Gracias al respaldo económico del Departamento de Energía de los Estados Unidos y del fundador de Google Sergey Brin, entre otros importantes inversores, las láminas solares fabricadas por Nanosolar han comenzado salir de las prensas en la primera semana de noviembre.
El principal inconveniente de la tecnología de energía solar siempre ha sido su precio elevado.
Las celdas solares tradicionales requieren grandes cantidades de silicio refinado, un material costoso debido a los requisitos de su producción y a la demanda existente para la fabricación de circuitos integrados.
Además, las celdas solares tradicionales se aplican sobre una capa de cristal, lo que las vuelve caras, pesadas frágiles y difíciles de transportar e instalar.
Eso implica que el costo de las celdas solares más económicas es de alrededor de 3 dólares por cada vatio de energía producido.
En comparación con materiales como el carbón, con un costo de un dólar por vatio, la tecnología de celdas solares tradicionales no puede competir a nivel de costos, a pesar de sus claras ventajas como generadora de electricidad renovable y no contaminante.
Las celdas de Nanosolar no utilizan absolutamente nada de silicio, y el proceso de fabricación utilizado permite reducir los costos a menos de 30 centavos de dólar por vatio generado.
Además, su ingenioso sistema de elaboración promete cambiar por completo la manera en que pensamos sobre la energía solar y sus aplicaciones.
La nueva planta instalada en San José, California, puesta en marcha hace una semana, se convertirá en poco tiempo en la mayor fábrica de paneles solares del mundo.
Cuando la producción llegue a su punto óptimo, a principios de 2008, la fábrica producirá el equivalente de 430 megavatios de paneles solares por año, mucho más que todas las plantas de energía solar combinadas de los Estados Unidos.
Las primeras cien mil celdas serán despachadas a Europa, para un consorcio que pondrá en marcha una planta de 1.4 megavatios durante el año próximo.
En este momento, la preocupación de Nanosolar no es si sus productos darán el resultado esperado.
Lo que temen es no poder dar abasto con la producción. El estado de California, por ejemplo, acaba de lanzar la Iniciativa del Millón de Techos Solares, que ofrecerá rebajas de impuestos para promover la instalación de 100 mil techos solares por año, durante diez años consecutivos (actualmente existen unas 30 mil edificaciones con techos provistos de paneles solares).
Lo importante es que Nanosolar ya está produciendo sus láminas solares y contribuyendo a la difusión de uno de los sistemas de generación de energía más limpios y eficientes que se conocen.