Siempre me gustó ver los cielos y nubes desde la ruta ya que es una diferencia que tenemos respecto del Gran Buenos Aires o la CABA, donde solamente podemos mirar para arriba, pero no podemos ver el horizonte.
Acostumbrado a viajar al sur, disfruté de muchos atardeceres mágicos donde las nubes se tiñen de naranja o rosado.
En éste, mi segundo viaje al norte, me sorprendí aún más ya que la altitud sobre el nivel del mar "me hace sentir más cerca del cielo" y me da la sensacioón que puedo tocar las nubes, que ellas aparecen ahí nomás, detrás de la próxima montaña.
También es común poder ver a los 360 grados y tener un fenómeno meteorológico distinto en cada uno de los puntos cardinales.
Terminada toda esta cháchara, me permito poner algunas fotos que a mí me gustaron, esperando que a ustedes también les gusten. Si así no fuera, el abono mensual de la banda ancha ya estaba pago y no dependía de los megabytes que descargaron por mi culpa.
Me gustaría recibir comentarios, buenos y de los otros, que servirán para incentivarme a poner más fotos o para que no les haga perder el tiempo.



















Gracias a todos aquellos que postearon sus viajes y/o fotos porque despiertan mis ganas de viajar y conocer.
Saludos a todos.