Circular por una ciudad congestionada como Buenos Aires provoca gasto de tiempo y combustible. La razón principal es que el coche circula a baja velocidad, principalmente en segunda o tercera marcha. La congestión obliga a detenerse muchas veces y sacar el auto del reposo una y otra vez.
En las pocas oportunidades que podemos pasar 4 cambios la recomendación es llegar pronto a la cuarta velocidad y circular lo más posible en ese cambio. Si las condiciones permiten pasar la quinta velocidad, aún mejor.
Al aproximarse una detención no pongas el auto en neutro, en cambio, déjelo en cuarta velocidad y deje de acelerar. Esta maniobra permite cerrar la inyección de combustible con el consecuente ahorro. Finalmente al acercarse la detención, presionas el freno y el embrague como es habitual.
Una regla importante es conducir de forma fluida, sin tirones, esto es, sin acelerar ni frenar en exceso. El objetivo es mantener una velocidad constante el máximo tiempo posible. El auto al moverse debe consumir energía para sacarlo del reposo hasta llevarlo a una velocidad de circulación. Una vez lograda ésta, sólo consume energía para vencer el roce.
Al doblar es conveniente tomar la curva abierta, si las condiciones del tránsito lo permiten, de esa forma se pierde menos velocidad logrando un movimiento más fluido.
Otro punto importante es controlar la presión de los neumáticos, ya que uno con poco aire aumenta el roce con el suelo. En los marcos de las puertas delanteras existe una etiqueta con las presiones indicadas por el fabricante. Habria que revisar periódicamente la presión para prevenir sorpresas y ahorrar combustible.
Un Abrazo CALIBAN
