
Por la mañana salimos temprano hacia Pueblo Escondido, y tomamos el desvío a la mina San Virgilio, para llegar, luego de unas interesantes trepadas a modo de preámbulo de las piedras que íbamos a encontrar más adelante, ante una señal de “No Pasar” en la entrada de la mina


Empezamos a bajar los Caracoles a buen ritmo, hasta que nos cruzamos con cuatro chatas subiendo (3 de ellas Hilux estándar!!!) que nos hizo parar unas dos horas (párrafo aparte merecería el estado de una de ellas, recién sacada de la concesionaria y muy golpeada).
Con algunos souvenirs, sin mayor importancia, llegamos a Pueblo Escondido ya de noche, donde nos estaba esperando don Serra con cerveza artesanal, empanadas, pollo al disco con champignones y de postre panqueques con dulce de leche!!!

Cruzando el pintoresco y bamboleante puente colgante, armamos campamento para el merecido descanso.
La mañana se presento nuevamente soleada, y tras el desayuno con mermelada casera, emprendimos el viaje de retorno hacia la Cruz. Este camino no está mucho mejor que los Caracoles, pero por suerte avanzamos sin mayores contratiempos. A pesar de tener mucho menor despeje, la GV se portó de maravillas y casi regulando trepó a buen ritmo, teniendo que acomodar piedras sólo un par de veces y nunca necesitando eslingas ni malacates

Algunas fotitos:




































































