Este paseo empezó como empiezan las cosas buenas de la vida, de repente una idea lanzada en una conversación dio paso a un tímido post en internet tanteando el terreno y sorpresivamente el entusiasmo prendió de inmediato (fue amor a primer posteo).
La cosa es que se nos ocurrió intentar subir a la cordillera en invierno, para tratar de llegar al Embalse El Yeso y a las Termas El Plomo (2.910 msndm) y 85 Km. de ruta desde Santiago de Chile... el riesgo que esto implicaba generó euforia y un poquito de temor, que son los ingredientes justos para hacer emocionantes algunas experiencias.
Como con la cordillera no se juega, responsablemente nos informamos del clima y estado del camino e hicimos un buen programa para superar cualquier dificultad, incluso mandamos un explorador de avanzada la semana anterior, de manera que el sábado 10 de junio, justo después del primer temporal de nieve, nos reunimos en el Cajón del Maipo, 17 vehículos 4x4 (que llegaron a 21) y una moto para emprender esta aventura bautizada “Que el Yeso nos acompañe I”.
Después de los saludos de rigor y el prestarse cosas como radios para mantenerse comunicados, sacamos aire a los neumáticos e iniciamos la subida. Si bien en la parte baja del valle no había mucha nieve, ligerito fue necesario poner las cadenas para mejorar la tracción.
Un momento de suspenso fue cuando un gran toro blanco le corto el paso a la caravana y empezó a mirar con manifiesto mal humor nuestras bestias de cuatro ruedas, especialmente los de color rojo... menos mal que después de un rato decidió dejarnos pasar y se retiró pacíficamente.
Mas arriba el paisaje se puso cada vez mas impresionante, las montañas y el camino estaban muy nevados y en algunos lugares era necesario abrir camino a pala. Los empujoncitos a los que andaban sin cadenas se repitieron bastante, aunque estos andaban con grandes ruedas que les ayudaron en el resbaladizo suelo.
De alguna manera la caravana llegó al Embalse, sacamos fotos y nos divertimos un rato, pero las condiciones estaban muy malas para intentar llegar a las termas, lo que sumado a unas amenazantes nubes negras nos decidió a dar media vuelta, cosa bastante dificultosa de hacer en un estrecha huella con una caravana de cerca de 20 todoterrenos, pero depues de transpirar un poco, partimos directo a un refugio para comernos un asadito muy esperado.
Jajajaja ...¡Y si que teníamos hambre parece!!! Se cumplió a cabalidad eso que dice que por cada hora de yipeo son dos de asado... no hay yiperos desnutridos.
Después de reponer fuerzas y dado que el clima seguia amenazante, la mayor parte de la caravana emprendió la bajada quedando arriba solo tres vehículos que decidieron acampar en el refugio. En este lugar disfrutamos de un paisaje espectacular y bastante frío por supuesto. Afortunadamente de las negras nubes solo cayeron algunas gotas de agua y unos cuantos copos de nieve, con lo que no hubo ningún riesgo de quedar atrapados. La noche pasó volando.
Al día siguiente (domingo 11/06/06) nos demoramos un poco en salir porque a mi familia le dio ataque de infantilismo y se pusieron a armar un tremendo mono de nieve para despedirnos del lugar. Quedó espectacular para la foto con todos los integrantes que estaban en el refugio.
Una vez que llegamos al valle decidimos dirigirnos a otras termas, llamadas Baños Morales (1.800 msndm), para lo cual tomamos una huella nevada y con mucha calamina que pasa por una hermosa cascada llamada "El Chorro de la Vieja” en la cual los lugareños dicen que es obligatorio que las mujeres le hagan una reverencia, so pena de orinarse en la noche si no se cumple.
Cuando llegamos a los baños Morales, encontramos como 1 metro de nieve cubriendo todo, lo que nos motivó a arrendar una cabaña para hacer otro asadito y disfrutar de un descanso después de tanto saltar en las ruta.
Ah.... que buena decisión, un lugar calentado por una salamandra que sirvio para secar calzado y ropa de los mas lolos que se mojaban de puro gusto, harta comida, buena conversa, tallas, brindis y alegría, puesta especialmente por las mujeres que quedaron todas amiguis al calor de un bajativo, de hecho fueron bautizadas como el “Team Baily” por lo buenas para la chacota y el guevillo.
Ya de noche emprendimos el regreso a Santiago, tan entusiasmados por el paisaje y la buena onda de los participantes que trataremos de repetir la aventura los mas pronto posible.
- Se agradece la colaboración de Calvin por las comunicaciones y Tsunami por la exploración preliminar, facetas fundamentales en la organización del paseo. También hay que destacar la alegría, cooperación y entusiasmo de todos los participantes. En total fueron 21 vehículos 4x4 y una moto. Fueron muchas familias completas hasta con las mascotas. El yipero mas chico tenia 4 años. La disciplina fue ejemplar y aparte de algunos sustos no ocurrió ningún percance.
Las fotos son de Ermitaño y Sitalily, Anibal y Nelki
