en Ritoque, Viña del Mar, Chile
29/07/06
Hola amigos, les dejo la crónica de este paseo a Ritoque que tenia como finalidad compartir un asadito de camaradería y hacer un yipeo suave por la dunas... no sabíamos aun lo que nos esperaba!!!

Nos reunimos en la bomba de bencina de ConCon como es habitual y el único que llegó puntual a las 10:30 fue el Wille, que no sabia que horario Ritoque significa juntarse una hora después de lo acordado, bueno, igual se consoló comiendo unas empanaditas mientras esperaba.

En fin, como a las 11:45 hrs. logramos irnos rumbo a las dunas de Ritoque y entramos por Margas. Allí encontramos el tranquilo estero convertido en un rió y bastante correntoso. A pie no pudimos explorar porque las arenas estaban movedizas. Magonza trató de nariz, pero se veía riesgoso el cruce, así que se metió de cola atado a la camioneta de Pato 4Tec.

Avanzo un poco y empezó a flotar para después hundirse en el fango, por lo tanto Pato lo sacó y acordamos entrar por Quintero mejor, porque la cosa aquí se veía peligrosa.
Por radio le avisamos la situación al Zanku, que venia atrasado con el RonEsponja (p’a variar).

Así que nos fuimos a Quintero y entramos por la playa, bonito espectáculo fue ese, un día soleado y el mar muy azul nos acompañaron todo el rato.
A media playa, entramos cruzando la línea del tren y nos encontramos con unos senderos anegados...

Cuando pasamos por ahí, el Tsunami (distraído filmando), no se dio cuenta lo cerca que estuvo del sabor del peligro, pues hundió la nariz justo por el lado donde esta el respiradero del motor... pero la ola fue benigna y seguimos.
Mas adelante, al Vitara de Mauricio se le ocurrió enfermarse de un cubo y como se quedó sin tracción delantera lo dejamos en el quincho de almuerzo. Simpático rincón con arbolitos y mesas dispuestas para los paseantes.

Pusimos al Pato de guía y empezamos una rutita con algunas dificultades que la hacían entretenida.
En eso estábamos cuando apareció el zanku en el Vitara del papá con el Ron esponja en su samu amarillo...

está claro que nuestro artista lo primero que hizo el fue cortar algunos filos de duna y correr cruzado en los embudos, sacándole un rendimiento impresionante al Vitara... que manera de derrapar por las dunas!!!
Bueno la cosa es qué la idea era hacer un Almuerzo, así que desoyendo las protestas de los atrasados nos fuimos al quincho para hacer una fueguito,

dificultoso al principio dado que todo estaba húmedo, pero muy luego la parrilla y el disco estaban llenitos de carne para alimentar a estos pobres yiperos hambrientos y desnutridos...

La sobremesa fue muy amena y cuando degustábamos un navegado nos enteramos que el Zanku andaba pololeando con la niña que lo acompañaba, cosa que dio tema para subirlo al columpio toda la tarde.... menos mal que la niña paso la prueba de fuego y se lo tomo con humor.

En la foto se ve parte del grupo, no salieron Pato ni Magonza que se habían retirado. Cuando se oscureció, empezamos el retorno y decidimos salir por donde habíamos entrado, en realidad no habían mas alternativas así que guiados por Mauricio hicimos un poco de yipeo nocturno para luego salir por los mismos senderos anegados que usamos para entrar...

Y aquí pasó un accidente, pues Mauricio que iba adelante se metió muy fuerte a una poza y la ola le llego al Vitara hasta el parabrisas... lamentablemente el motor chupó agua y se paró... el pobre Viti se empezó a inundar para congoja de la Maca (que es la dueña del Vitara).... y rápidamente se organizo el salvataje con la camioneta de Navegante... los demás yip se acercaron a alumbrar pero como se inundaron se retiraron a un lugar mas alto, mientras Mauricio y Coipo luchaban por enganchar la cinta de tiro al Vitara, cosa difícil porque estaba muy sumergido...

en fin, de alguna manera fue rescatado y en un lugar seco le sacamos las bujías y el cuerpo de aspiración, procediendo a secar todo... (habían como 6 “mecánicos” y todos opinaban al mismo tiempo) después, con mucha fe, le dimos partida y volvió a ronronear suavecito, la sonrisa de la Maca era deslumbrante...

Botamos el filtro y lo reemplazamos con un calcetín sin rombos para que no chupara mugres. En este punto, al nervioso y mojado Mauricio le dijimos que tenia que cambiarse el apellido, porque... ¡¡¡esa no la cuenta dos veces!!!

Uf!!! respiramos todos aliviados... secamos un poco los pisos anegados y seguimos la ruta para cruzar la línea del tren. Salimos por la playa rumbo a Quintero sin mas novedades.
Después de poner aire, volvimos a nuestras casitas muy contentos, había sido otra jornada llena de adrenalina y estábamos todos sanitos y enteros.
Después supe por el Coipo que el Vitara quedó sin secuelas.
Y colorín colorado... esta historia se ha acabado...