Tenía ganas de probar la caña con unas cucharas de fabricación casera pero en esta ocasión debí dejar "la mulata" y partimos con la Duster, el camino hasta el río no es apto para las SUV y casi hube desistido de intentar la pesca, hasta que mi compañera me trató de "cagón, anda en el cuadri!"
Tengo poca experiencia con estas máquinas pero acepté el convite.
Monté y desanduve el descenso con precaución de principiante, llegué al río y camine cada lugar mojando tanza y señuelos sin obtener ningún resultado, lo cual es natural en la pesca de truchas, pero faltaba regresar con la humillación de la bolsa vacía.
Arranque el artefacto, moví una palanca hacia el lugar que decía 4X4 y probé acelerar, se movió gentilmente, intenté un giro circular y aprendí que no es una moto. La tarde ocultaba sus luces detrás de El Champaquí, no tenía otra opción que regresar. Emprendí el retorno con todos los miedos pero el cuadri empujaba. Aprendí a mantener la vertical en las trepadas. Me lastimé un ojo con una rama de aquella zona virgen. Mantuve la manivela del acelerador con presión constante, solo deseaba llegar y el vehículo me llevaba. Adquirí confianza al final de la trepada y con "el ranchito" a la vista.
Ya de regreso oculté todos mis miedos e invité a mi compañera a repetirlo con ella al día siguiente. Su respuesta fue contundente: "tai loco?"
